Berlín del 7-9 de febrero, todos los años se reúnen 3.077 expositores y unos 76.000 visitantes asisten a FRUIT LOGISTICA.
Para Jumosol junto con Fruitattraction en Madrid, es uno de los dos puntos de encuentro más importantes en el año. Tres intensos días en los que todo profesional de la verdura y la fruta se da cita en Berlín, Todas las innovaciones y propuestas de valor de los agricultores del mundo se muestran a los compradores que ponen las frutas y verduras al alcance del consumidor global. Un punto de encuentro comercial al que acude Jumosol todos los años desde 2004 para vender nuestra propuesta de valor al mundo, hacer llegar al consumidor durante todo el año una cebolla dulce con un sabor súper suave.
Este año volvemos a llevar nuestra cebolla dulce con nuevas presentaciones y diseños y alguna sorpresas que tendremos preparadas para nuestros clientes. Estaremos en el Hall 5.2 stand D08junto a GLOBALG.A.P, la organización que gestiona la certificación del producto agroalimentario más importante en el mundo, certifica las buenas prácticas agrícolas desplegadas en el cultivo de nuestras cebollas y la seguridad alimentaria de nuestros productos.
Aunque son muy abundantes las referencias literarias a la cebolla, ninguna es más conmovedora que las Nanas de la cebolla, del poeta alicantino Miguel Hernández (1910-1942), tanto por su contenido como por las circunstancias en que compuso la obra.
En abril de 1939, al final de la Guerra Civil, Miguel Hernández fue detenido por su apoyo al bando republicano. En agosto, el escritor recibió en prisión una carta de su mujer en la que esta le contaba que su hijo, nacido en enero de ese año, ya tenía cinco dientes y señalaba también que ella se alimentaba de pan y cebollas hervidas.
Muy afectado, el poeta pasó unos días sin querer salir al patio de la prisión antes de responder a su esposa:
“Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que aquí no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme…»
Esas coplillas son las Nanas de la cebolla, un poema en el que Miguel Hernández fundió la angustia por la situación de su familia, simbolizada en la comida de cebollas, con imágenes tiernas y sencillas para conseguir uno de sus poemas más recitados.
La cebolla es escarcha cerrada y pobre. JUMOSOL
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
Este poema es también conocido en la voz de Joan Manuel Serrat. Está incluido en su álbum Miguel Hernández, de 1974, y la música es de Alberto Cortez.
1– De qué va. Se trata de resolver una adivinanza semanal planteada por Jumosol con toda la mala intención posible y que se centrará en personajes, lugares u objetos, reales o ficticios.
2– Así lo haremos. El concurso comenzará puntualmente, si se puede, todos los miércoles a partir de las 11 horas en el perfil de @jumosol en Twitter. Una vez lanzada la primera pista, los concursantes, si sois capaces, podréis comenzar a enviar respuestas vía Twitter. El moderador irá publicando nuevas pistas según su criterio y estado de ánimo y podrá mantener o no conversaciones con los concursantes relativas únicamente al concurso. Este terminará cuando la adivinanza haya sido resuelta o por decisión del moderador.
3– Claro que puedes participar. Podrán participar todos los amantes, simpatizantes o potenciales adoradores de la cebolla dulce y en especial de la Cebolla Fuentes de Ebro, que es la mejor del mundo, como bien sabéis, ¿o no?. Por su puesto, de cualquier nacionalidad o procedencia, pero ojo, teniendo en cuenta lo siguiente: el idioma del concurso es el español y el envío del premio solo se realiza a territorio peninsular español. Todos los participantes deberán ser seguidores de @jumosol en Twitter.
4– Cuidado con esto. Se darán por válidos aquellos tuits que lleven únicamente una respuesta y que incluyan el hashtag “#encebollados”. No se admitirán los tuits con más de una solución (que así cualquiera) y/o sin el hashtagdel concurso.
#encebollados del mundo: ¡Uníos!
5– Eres un campeón (o campeona). Ganarás si eres el primer concursante que ofrece la respuesta correcta a la adivinanza. Si es necesario, nosotros tendremos en cuenta la hora, minuto y segundo en el que la respuesta correcta haya aparecido en NUESTRAS herramientas de gestión de redes sociales. Si no te fías, ya te enseñaremos la photofinish.
6– Cebollicas de las buenas. El campeón tendrá derecho a recibir en la dirección que indique (ver punto 3) como premio una caja de 5 kg de cebollas dulces Jumosol o Agrofuentes. Y a los buenos buenos, si mandan la respuesta correcta antes de que se publique la cuarta pista, les daremos ¡el doble de premio! Y aquí una limitación: ningún participante podrá recibir más de un premio al mes (ya sabemos que está buena, pero ¿para qué queréis tanta cebolla?). Eso sí, todo el mundo podrá participar en el concurso, si lo desea, todas las semanas; en este caso, atención, si un premiado resultase de nuevo ganador antes del transcurso de 30 días desde la obtención del premio podrá donar este a cualquier otra persona que resida en una población distinta a la suya. Aprovechad para quedar bien con esa tía que os hacía rosquillas de pequeños.
7– A donde digas, o casi. El ganador deberá indicar a Jumosol, a través de la dirección electrónica encebolladosjumosol@gmail.com, la dirección postal donde desea recibir el premio. Salvo error o imposibilidad, este será enviado a lo largo de los diez días siguientes a la celebración del concurso. Si pasado este plazo el ganador no lo hubiera recibido, deberá comunicarlo a Jumosol exclusivamente a través de la misma dirección (encebolladosjumosol@gmail.com), pues cualquier otra vía no será considerada por los responsables de los envíos, que bastante trabajo tienen ya. Un mes después de celebrado el concurso que ha dado lugar al premio, no se admitirán reclamaciones sobre el mismo, así que no os descuidéis, que os conocemos.
8– Qué haremos con tus datos. Todos los ganadores del concurso, así como aquellas personas que pudieran recibir la donación de un premio, pasarán a formar parte, junto con los datos personales facilitados, de una base de datos propiedad de Jumosol. Ello sin menoscabo de los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición que asisten por ley a todo el mundo y que nosotros respetamos tanto como a la Virgen del Pilar. De vez en cuando igual recibes noticias nuestras, pero solo nuestras, ¡eh!, que nosotros no cedemos los datos a terceros para que no os dejen vivir.
9 – No nos hagáis bloquearos. La participación en el concurso habrá de hacerse siempre de acuerdo con las normas de educación y buenas maneras comúnmente aceptadas (si no las conoces, pregúntale a tu madre, que alguna vez te las habrá contado). Jumosol se reserva el derecho de bloquear a aquellos participantes que las vulneren o que actúen de manera agresiva, con mala fe o cualesquiera otras formas reprobables (no nos hagáis pasar por esto, porfa). Por otro lado, el moderador no intervendrá en conflictos que puedan surgir entre concursantes y/o que no precisen aclaraciones sobre la dinámica del concurso.
10- Dadnos ideas. El objetivo de Encebollados-Twitter es facilitar entretenimiento y diversión, crear una comunidad de amigos de la cebolla dulce y facilitar el conocimiento y la degustación de la misma a cuantos estén interesados en ello y sean lo suficientemente listos y rápidos como para ganar a los demás. No obstante, estas bases y la dinámica del premio pueden ser, sin duda, mejoradas, por eso os agradeceremos cuantas sugerencias se nos puedan hacer al respecto; e incluso, si estamos de buenas, las premiaremos (como se nos ocurra en cada momento) en caso de que sean aplicadas.
11– Y para acabar… La participación en el concurso implica la aceptación de estas bases y la interpretación o cambio de las mismas que pueda hacer el moderador (que para eso manda) por las circunstancias que fueren a lo largo del desarrollo del mismo. Jumosol se reserva la capacidad para cambiarlas en cualquier momento, incluso sin previo aviso, así como la de suspender el concurso eventual o definitivamente. (Pero vamos… que no lo pensamos hacer, ¡con el tiempo que llevamos ya!).
Las cebollas tienen muchas y muy variadas propiedades para la salud; pero un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Taiwan ha descubierto que las células de cebolla pueden ser la base para un uso sorprendente y de grandes posibilidades: crear músculos artificiales que podrían usarse tanto en implantes médicos como en la construcción de robots.
Los científicos habían conseguido construir músculos artificiales a partir de diferentes materiales, como el sedal de pesca, pero capaces solo de realizar uno de los dos movimientos de las células musculares: contraerse o extenderse. Con células de piel de cebolla se ha conseguido por primera vez reproducir los dos movimientos y crear una estructura que al aplicarle voltajes de menos de 50 voltios se alargaba y con potencias más altas se contraía. El estudio ha sido publicado en el número de mayo de la revista “Applied physics letters” por un grupo de investigación en nanotecnología biomolecular, dirigido por el bioquímico Wen-Pin Shih.
La piel de la cebolla responde a los estímulos eléctricos. Umberto Salvagnin
El doctor Shih explica que trabajaban en una microestructura capaz de expandirse o contraerse mientras se dobla “y un día vimos que la estructura celular de la cebolla y sus dimensiones eran similares a lo que habíamos estado haciendo”. Así pues, trataron una capa de células muertas de cebolla con ácido para eliminar la proteína de celulosa que les da rigidez, y luego cubrieron cada lado con una fina película de oro, más gruesa en un lado que en otro. Al aplicar una corriente eléctrica de bajo voltaje, la capa celular se expandió y flexionó hacia abajo, hacia donde el recubrimiento metálico era más grueso, mientras que con un alto voltaje las células se contraían y flexionaban hacia arriba.
Para demostrar que las cebollas se comportan realmente como músculos, el equipo construyó con las hortalizas tratadas una pinza y comprobó que era capaz de sostener una bolita de algodón al hacer pasar la electricidad.
Aunque se trata de un primer paso y serán necesarias muchas pruebas antes de poder crear implantes para seres humanos, Wen-Pin Shih destaca los usos de su invento en el campo de la biomedicina, ya que el oro y las células de cebolla son biocompatibles y no producen rechazo. Su laboratorio sigue trabajando para mejorar la fuerza del movimiento y reducir el voltaje necesario.
Cebolla, el gato que odia el limón, es el protagonista de una tira cómica creada en 2013 por la dibujante argentina Florencia Palacios. Una serie de dibujo naif y minimalista, que presenta las andanzas y reflexiones, de ingenuas a filosóficas, del protagonista y sus amigos: el perro Croqueta, la gatita Melocotón, el pájaro Repollo y otros animales.
La autora dio a conocer a Cebolla publicando sus aventuras en una página de Facebook y la popularidad que alcanzó a través de la red social no solo sirvió para que las tiras, accesibles libremente a través de internet, se recopilaran también en un libro, sino que facilitó al personaje su propia canción.
El Gato Cebolla.
Primero, el escritor Jorge Padula creó un poema sobre Cebolla “gato y santafecino./ Filósofo de barrio,/que tiene al Universo/por destino” y lo mandó a la autora. Después, cuando ésta lo publicó también en Facebook, los músicos Alfredo Figueras y Morgana Li lo usaron como letra de un chamamé (estilo bailable de origen guaraní, típico del folklore argentino) que dio nueva popularidad al personaje.
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